dimarts, 22 de gener del 2013

Azúcar, especias y muchas cosas bonitas

Es muy frecuente, querida amiga, que algunas personas no demuestren demasiado entusiasmo cuando se las habla del tiempo, de maletas, de estropajos, de altavoces o radiadores, pero cuando esto se extiende a perretes simpáticos, chicas, zapatos, la mejor mesa del Maricastaña, gerberas, un rascado largo de espalda o un buen cepillo para el pelo, es que la apatía ha llegado muy lejos. 







Después de las fiestas y de que hubieran venido los Reyes, estábamos todos un poco así, sosos, y ya no cantábamos como antes. Joserra se puso a pensar y pensar en qué podría animarnos y se le ocurrió una brillantísima idea; ir a Ikea. Como ya estamos entrenados en excursiones de todo tipo, supinos qué hacer para organizarnos. Borja's pidió prestado un Citroën Tiburón que sabía conducir perfectamente y que además estaba recién lavado. A las 10:00 Joserra, el Mono y yo esperábamos a Borja's y al ver ese coche ya comenzó a despertarse el entusiasmo en todos. El viaje fue rápido y sólo nos perdimos siete veces. 

Nada más llegar decidimos tomar un desayuno imperial completo lo que también aumentó el entusiasmo varios puntos, 237. Llegados a ese punto, Joserra decidió aprovechar la ocasión para comprar cajas blancas para sus nuevos singles. Jamás le regales a Joserra cajas que no sean blancas para guardar sus singles amiga, no preguntes por qué, simplemente no lo hagas. Borja's tomó las riendas y comenzamos a seguirle entre las cocinas, edredones, menaje, narices de payaso... no paraba de desorientarse y Joserra, el Mono y yo le seguíamos hasta que la fuerza del destino nos puso frente a las cajas blancas. El problema es que las únicas cajas que quedaban estaban montadas, no quedaba ninguna sin empaquetar con lo cual abultaban más que una televisión adulta.

Joserra necesitaba 30 cajas, él llevaba diez, el Mono otras diez y yo las que quedaban. Borja's decía que él no podía llevar nada porque tenía que dirigirnos por los pasillos, dirigirnos como sólo él lo sabe hacer. Así que comenzamos el rumbo incierto que supone seguir a Borja's, lo que nos hizo volver a realizar el recorrido anterior tres veces más. De vez en cuando se encontraba gente que creía conocer pero que ellos afirmaban conocerle de toda la vida, y se paraba a hablar durante un buen rato, luego aceleraba el paso lo que hacía complicado seguirle, bueno, sólo para el Mono y para mí, para Joserra no, él era capaz de ir cogiendo perchas todas iguales, pilas, bombillas y sujetadores. Volvimos a desayunar por tercera vez y finalmente le quitamos las riendas a Borja's y seguimos nuestro olfato, fuimos hacía las velas aromáticas para pillar de Iñaki y conseguimos salir.

Una vez en la caja Borja's comenzó a explicarle a la cajera la razón de llevar tanta caja abierta. La cajera le miró por encima de las gafas y le dijo: "yo soy una Amiga de Joserra, chaval". Y miró a Joserra y dijo: "estás invitado a las cajas, soy fan, pero las perchas las pagas". Una señora al oír esto se acercó corriendo a Joserra le plantó dos besos y le dijo que en la tele parecía más alto y que nunca se operase de nada porque estaba estupendo. A mí no me quedó claro si esa señora era realmente una Amiga de Joserra o si lo había confundido con Jordi de Love of Lesbian, cualquiera sabe. Joserra como también dudaba dijo: "señora, Valdano es el Paulo Coelho del fútbol", y ella le dio la razón.

Volvimos a casa felices y entusiasmados, cantando como nunca y orgullosos del nuevo triunfo de las ideas de Joserra, ¡viva, viva!.






dijous, 10 de gener del 2013

Mono, Mico, Monkey, Singe, बंदर

Recuerdo perfectamente el día en que nació el Mono. Era el primer lunes del año, no hacía demasiado frío para esa época y los Reyes Magos estaban a punto de venir. Por supuesto, Joserra, Borja's y yo fuimos inmediatamente a conocer a nuestro nuevo amigo. Borja's llevaba un centro de flores de diez kilos, Joserra llevaba turrón de Gintònic y yo le iba abriendo las puertas a Joserra porque iba muy cargado. 

Tardamos treinta minutos en llegar porque nos perdimos tres veces, después de subir y bajar varias veces las mismas escaleras y pasar por cinco pasillos, por fin llegamos a la cuna del Mono. Ahí estaba, durmiendo con sus gafas y todo. 

Salimos de allí muy contentos, directos al Registro Civil para inscribirlo como "el Mono", lo malo fue que era por la tarde y cuando llegamos estaba cerrado, y claro, a la mañana siguiente se adelantó un familiar y le llamó "Miguel Ángel", pero bueno, ahora estamos con el papeleo del cambio de nombre...

Le hemos visto crecer, bailar, cantar, hacer paellas y comer turrón de Gintònic año tras año. Así que siempre, el día de su cumpleaños nos reunimos los cuatro para celebrarlo.

Este año queríamos ir a comer a un sitio bonito y lejano, pero como hace más frío que cuando él nació, no podíamos ir en la moto que Borja`s regaló gracias a Joserra, ni en la bici que Borja's me ha dejado en usufructo gracias a Joserra. Así que tuvimos que ir en un coche que le dejaron a Borja's gracias a Joserra. Como puedes ver querida amiga, todas las cosas buenas que pasan en la vida son gracias a Joserra.

El coche era muy grande y bonito, el problema es que Borja's no es demasiado flexible como para conducir un coche automático. No me quedó otra, me puse el pie izquierdo detrás de la cabeza y comencé a conducir el coche. Joserra con la mayor tranquilidad del mundo, ya que nadie había hablado de Mou... del que no debe ser nombrado, y me dijo: "María, ¿tú tienes carnet?", a lo que yo conteste menos tranquilamente: "no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no voy a comer carne", y arranqué. 

Como no sabíamos a dónde ir, pero sí qué cantar, fuimos dando vueltas sin rumbo fijo. Llegamos a un pueblín, Daganzo de Arriba, el problema es que su patrón es San el Mono, con lo cual estaba todo cerrado y no pudimos comer allí. Seguimos dando vueltas y llegamos a Valdemaqueda, pero allí sólo paramos a comprar una bufanda para Joserra y una barra de pan. 

Con tantas idas y venidas ya teníamos hambre, y yo me había desentendido de hacer nada de comer después de lo que pasó en el último picnic... ya sabes, lo de Borja's... pero por suerte Borja's se acordó de que su madre no se había desentendido y nos había preparado una cesta estupenda llena de cosas ricas y que estaba en el maletero.







Así que empezamos a comer, a cantarle cumpleaños feliz al Mono y a hacer Yoga para que Borja's pudiese conducir el coche. Cuando terminamos con toda la comida encontramos una nota en el fondo de la cesta: "Joserra, ¡cómete las uñas!", y dicho y hecho, como si estuviese viendo una Barça-Madrid, porque querida amiga, Joserra siempre obedece a las mamás, como debe ser, sobre todo el las víspera de Reyes... aunque en realidad ella se refería a las uvas...



¡Feliz cumple, Mono!